Ō-Sensei

El aikido es un arte marcial creado en Japón durante el segundo cuarto del siglo pasado por Morihei Ueshiba (1883-1969) llamado O Sensei (quiere significa “gran maestro”).
O Sensei desarrolló el Aikido tras un estudio profundo, intenso y comprometido de toda una vida dedicada a las tradiciones de los guerreros antiguos. Sin embargo, no le satisfizo crear simplemente una forma eficaz de defensa propia o combate. Sino que buscó la victoria verdadera también sobre sí mismo.
A través de una educación vigorosa espiritual y física, surgió el arte del Aikido (que significa: “el camino de armonía con la fuerza fundamental del universo") Como otras tradiciones japonesas marciales, el aikido de O Sensei era un tipo de Budo, un camino marcial puesto a punto para pulir el espíritu y conseguir un cuerpo resistente.
El fracaso es la clave del éxito. Cada error nos enseña algo.
Hace más de 60 años dos periodistas llevaron a cabo esta entrevista que constituye uno de los textos clásicos del Aikido. La entrevista fue publicada en el libro “Aikido” de Kisshomaru Ueshiba y traducida del japonés por Stanley Pranin y Katsuaki Terasawa.
ENTREVISTA CON Ō-SENSEI
Herir a un oponente es herirte a ti mismo. El arte de la paz es controlar la agresión sin producir daños.
En la segunda parte entrevista a O Sensei, el maestro relata su periodo de aprendizaje bajo el maestro de la Daito-ryu Sokaku Takeda y el líder espiritual de la Oomoto, Onisaburo Deguchi.
Hasta el más poderoso de los seres humanos tiene una esfera de fuerza limitada. Sácalo de esa esfera y atráelo a la tuya; su fuerza se disipará.
En la última entrega con de la Entrevista con O Sensei, Morihei Ueshiba junto y su hijo Kisshomaru desgranan los elementos que componen la base y sobre el que se construye el edificio del auténtico espíritu del Aikido.
Kisshomaru Ueshiba: Claro que posee fuerza, pero debería ser descrita más como el poder del ki que como fuerza física. Hace algún tiempo fuimos a un nuevo asentamiento rural, vimos a siete u ocho trabajadores intentando levantar en vano el tocón enorme de un árbol. Mi padre se lo quedó mirando durante un rato y les pidió que se apartaran para que él pudiera intentarlo. Levantó el tocón fácilmente e inmediatamente se lo llevó. Es totalmente inconcebible hacer algo así con simple fuerza física. También, hubo un incidente que tuvo que ver con un tal Mihamahiro.
En el sistema aikido no hay lugar para la competición deportiva, para el combate innecesario o para el ego.